Senderismo en Salas de los Infantes

Partimos de Salas de los Infantes, del barrio de Costana, junto a su iglesia de Santa Cecilia, donde podemos ver un arco románico traído de la iglesia del desaparecido pueblo de Mazariegos. Nos dirigimos por la carretera hacia el eremitorio de Peña Rota, en el que se ven las celdas colgadas en la pared. Vamos en busca de la Cañada que utilizaban las merinas en su viaje hacia los pastos de montaña de los Tolbaños. Discurrimos ya por la cañada, invadida a veces por las estepas (jaras). Encontramos un mojón que nos indica que entramos en terreno de Ledanías. La cañada se introduce en el pinar, haciendo de cortafuegos. Cerca de Arroyo de Salas, abandonamos la cañada y seguimos justo por la mojonera que hace límite de la Ledanía, a lo largo de otro cortafuegos, topándonos con varios mojones.
Dejamos el pinar para adentrarnos por un camino en una mata de roble rebollo, dejando a la izquierda Valdegonzalo, donde vemos una granja. Desde aquí se divisan a la vez varias cordilleras: Peña Carazo, El Gayubar, Las Mamblas, Peña Lara…
Nos introducimos otra vez en Ledanías, entre viejos robles del monte alto y llegamos a las tenadas de Valdecalivia, ya en ruinas. Después de atravesar un puente sobre el arroyo estamos de nuevo en Salas, en la dehesa de Costana. Nos cruzamos en el Altollano con un rebaño de ovejas , no son merinas, son churras. Después de un trago junto al depósito de agua, bajamos de regreso a Costana, donde vemos junto al Arlanza un Iguanodón, que nos recuerda que estamos en Tierra de Dinosaurios.

Partimos del barrio de Costana de Salas de los Infantes con la intención de recorrer parte del G.R. 82 “Sierra de la Demanda” y vuelta por Castrovido.
Subiendo por el barrio, por una u otra calle encontramos el G.R., bien señalizado. Dejando las Tenadas de Valdecalivia a la izquierda, cruzamos el arroyo del mismo nombre, y a partir de aquí estamos en terreno de Ledanías. Subimos hasta el pinar y discurrimos por él hasta el cruce con la Cañada de las Merinas que hace de cortafuegos. A partir de aquí ambos caminos se unen con dirección a Arroyo, pero nosotros nos desviamos hacia Castrovido. Antes pasamos por las Tenadas de los Hoyos, bien conservadas, donde encontramos un mojón (w.p.) que hace límite de Ledanías con la dehesa de Castrovido. Desde aquí se ve una buena panorámica del valle. Tras cruzar el puente de origen romano sobre el Arlanza, estamos en el pueblo de Castrovido. En lo alto se ve su torre, felizmente rehabilitada.
Seguimos por un camino asfaltado nada transitado paralelo al río. Hay una franja de terreno de Ledanías entre Castrovido y Salas. Aquí está enclavado El Castro, que visitamos, una altiplanicie sobre el valle que estuvo habitada por tribus celtíberas. Un miliario nuevo nos recuerda la calzada romana de Clunia hacia La Rioja que a los pies del Castro pasaba.
Entramos en Salas nada más pasar el Arroyo Cubillo, que seguimos hasta llegar al río Arlanza, que vamos a cruzar por placer 3 veces, por dos pasarelas nuevas y al final el puente de Costana, dejando a la derecha los eremitorios de Peña Rota.

Breve paseo que desde Salas de los Infantes nos conduce a la ermita de Santa Lucía en Hacinas y disfrutar con miles de romeros a la pintoresca y multitudinaria romería que el tercer domingo de septiembre y siempre anterior a San Mateo (21 de septiembre) se celebra en la campa de la ermita de Santa Lucía en Hacinas (Burgos). Salimos de Salaspor el camino de San Roque, siguiendo la antigua alzada romana Clunia-Sulpicia/Tritium Magalum (Tricio en la Rioja), hasta su ermita, llegar al puente sobre el río Ciruelos y tomar la carretera N-234 (Salas-Sagunto). Camino que antiguamente los romeros acudían en carretas o con caballerías. Siguiendo la carretera en la margen izquierda pronto encontramos la Ermita de Santa Lucía y el pueblo de Hacina al cual pertenece.

Partimos de la ciudad milenaria de Salas de los Infantes con la intención de ver las huellas de dinosaurios, que esperemos que algún día sean declaradas Patrimonio de la Humanidad. Junto a la iglesia de Santa María podemos admirar las tumbas medievales traídas del poblado desaparecido de Goz Mediano, en territorio de Ledanías.
Pasando por Peña Uñor y el campo de golf, atravesamos la dehesa de roble rebollo y algún quejigo, hasta el final de la sierra de Peña Negra. Nos encontramos con un gran mojón, aquí acaba el término de Salas y empieza la Ledanía. Ya divisamos el lugar de las icnitas, aunque están tapadas para protegerlas de la climatología. Pasamos las Tenadas de Costalomo hacia el siguiente destino. Buscábamos donde estuvo el poblado desaparecido de Veguillas, cerca de las tenadas del mismo nombre, donde dicen que todavía pueden verse tumbas de lajas, pero no le encontramos. Seguimos por el cortafuegos de una plantación de pino negral, que resalta aún más su verdor en invierno. Entre robles y estepas llegamos a la Tenada de Camarma y tomando una cañada a la izda. volvemos hacia el punto de partida. Nos topamos con dos mojones al lado del camino (aunque su situación no coincida con los límites del mapa), que indican que entramos en el término de Salas. En todo momento hemos disfrutado de hermosas vistas, con la Peña Villanueva o de Carazo y la atalaya de Castrovido. Recomendable visitar el Museo de Dinosaurios y Arqueología de Salas.